Por Recibimos y publicamos
2 Set 2013
Cecilia

“Conjunto de personas que viven juntas”, dice una acepción de casa.

El Parque lleno. Lleno de grandes, jóvenes, niños. Niños que tienen camisetas nuevas. Nuevas y viejas caras en la tribuna. Tribuna que comienza a poblarse cuando comienza la tarde y respira con el correr de los minutos. Minutos que van corriendo mientras pies apurados suben y bajan. Bajan de autos o de ómnibus o caminan metros de acera y apuran el tranco para llegar a casa. Casa que nos espera cargada de orgullo. Orgullo de estar en ella…Ella que nos dice:

“Soy el Parque. Sé que mi nombre oficial es el pomposo Gran Parque Central pero yo soy el Parque para los míos. Nos vemos en el Parque dicen…¿Quiénes son los míos? Desde aquel 1900 son y fueron muchos…y lo seguirán siendo.
 

No tengo reparo en decir con inmodestia que me están poniendo presumido…. Me hicieron ahora  un codo nuevo y de a poco mi traje se va agrandando con la esperanza de abrazar en él a muchos más. Pero lo que más me gusta es que cada vez que me hacen algo nuevo es mi gente  la que viene a terminar el pedacito nuevo que me agregan. Y eso me hace inflar el pecho…Pero cuál es mi pecho…dirá usted…y yo le digo que si usted viene a verme una tarde como la de hoy se va a dar cuenta…yo no puedo contárselo si usted no lo vive acá.  

Es que esos días como el de hoy yo me despierto temprano cuando el sol aparece y sé que ese día no será como los otros. Entonces ya me preparo y me voy desperezando rápido escalón por escalón y tribuna por tribuna… y eso que ya tengo décadas y décadas. Yo he vivido de todo…fui sede de la primera copa del mundo... ¿si hará tiempo no? Y cuando todavía no era el Parque, en mis raíces, donde se después se levantaron mis cimientos, ya había tramos de gloria…pero eso ya es otra historia y sin embargo mi historia está ligada a ella con una fuerza intangible.
 

Y hoy me tomo un rato y puedo hablar de mí porque los míos disfrutaron. Cuando las cosas no salen a veces quedo un poco relegado y aunque no me olviden nunca, la pasión lleva a que se hable de otras cosas. Si hoy hablo de mí es porque salió todo como esperaba cuando me desperté hoy. No es vanidad. Es alegría.
 

Yo he vivido de todo como les dije antes... Vi crecer en mi verde vientre las ilusiones y los anhelos de muchos. Los vi promesas y ahora ser realidades. Sollocé despacio aquella madrugada de marzo cuando mi Abdón me eligió para quedar en la eternidad.  Todavía me duele pero lo tengo conmigo todas las tardes y lo siento más vivo que nunca en el cemento que lo nombra….Esperen…allí está. ¿Lo ven?....Escuchen….allí están ellos con él. Nada me gusta más que cuando me engalanan con los tres colores que soy y  el sacudón que me dan cuando la red se infla por un gol nuestro…y si son tres como hoy…imagínense.
 

Han pasado miles y miles por mi regazo y todos dejaron algo. Bueno o malo lo atesoro porque de eso vivo y en tardes como esta puedo tomarme un rato para charlar con ustedes.

Se dice mucho de comparaciones y otras casas en los tiempos que corren, pero a mí no me atañe. No tengo tiempo para ocuparme de esas cosas. Yo tengo que estar para los que me hacen magno. Esos niños que ahora están dando soplo a mis viejas entrañas son más importantes…
 

Cuando me quedo solo aprovecho para entrecerrar los ojos y dormitar pero solo por un rato, no para descansar sino para atesorar ya que con cada año que pasa me voy poniendo más vital. No necesito ostentaciones. Soy el Parque. Solamente necesito siempre de este amor...”
 

Setiembre comienza con una cálida tarde. Tarde de festejo. Festejo en la tribuna y partido ganado en casa. Casa que habla. Habla de vos y de mí.
 

Cecilia810


Cecilia 810

Cecilia es la lectura más esperada después de cada partido. Un bálsamo en los momentos difíciles y un tónico para acompañar la euforia




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