Por Recibimos y publicamos
11 Jun 2014
Manoel

Como en los dos partidos mundialistas anteriores, Uruguay sufrió tres goles. Pero esta vez el rival era teóricamente más débil y – como en la Celeste de antes – también hubo una tarjeta roja.

La derrota uruguaya en el partido que, al menos en teoría, sería el más fácil del grupo, el que permitiría afrontar con más tranquilidad los compromisos siguientes, era algo que nadie esperaba (yo mismo puse 1 a 0 en la penca). Uno podría decir que “este equipo se crece en las adversidades” y que “podremos ganar también, porque tenemos personalidad en el ataque”. Cualquier integrante del cuerpo técnico celeste podría decirlo, pero en realidad quien lo dijo fue José Luis Pinto [1], el entrenador de Costa Rica, quien dio la segunda gran sorpresa del mundial.

Esto contrasta fuertemente con algunas declaraciones que Tabárez dio aun en abril, publicadas por el diario mexicano Pulso. Dijo que siempre hay una sorpresa y que quizás Uruguay fue la sorpresa del mundial 2010. “Pero una sorpresa nunca ganó la Copa del Mundo”, dijo el entrenador. ¡Cuánto optimismo! El mejor argumento estaba por venir. “¿Por qué Uruguay debería ganar la Copa del Mundo? ¿En base a qué podríamos decirlo? ¿En base a la gran cantidad de población que tenemos?”. 

Uno podrá decir que a Uruguay nada fue fácil y que ya en el tiempo de Artigas a los charrúas todo costaba el doble.

Parece que fue ante tal adversidad que el prócer reunió a los suyos y dijo aquella célebre y emblemática frase que pasó a la historia nacional: “Somos solo tres millones NADA PODEMOS ESPERAR SINO DE NOSOTROS MISMOS”. Naturalmente el comentario es una broma, pero sirve para mostrar la diferencia en las declaraciones de Pinto y de Tabárez. Uno se estaba preparando para triunfar y también podría perder; el otro se preparó para perder… y perdió.

Los amantes del rugby – y no soy uno de ellos – podrán confirmar que la potencia más grande de éste deporte es un país aislado, ubicado en el fin del mundo, con mar por todos lados y con solo cuatro millones de habitantes. Los vecinos más cercanos son Nueva Caledonia, Fiji y Tonga – esto es casi peor que tener cerca a Guiana Francesa, Surinam y Trinidad & Tobago. Sin embargo, allí se respira rugby y la selección nacional gana la mitad de sus partidos antes de empezarlos, cuando los jugadores hacen la “haka”, el desafío tradicional maorí. No digo que Uruguay, país que respira fútbol, tendría que ser en el fútbol lo que es Nueva Zelanda en el rugby. Pero no puede contentarse con un mal resultado bajo la excusa de ser apenas tres millones, ¿acaso China e India son potencias futbolístiacs?

La Celeste tiene un partido perdido y dos rivales bastante complicados por enfrentar. El partido con Inglaterra será el primer “match point” a salvar: si gana el English Team, los charrúas estarán automáticamente eliminados.

Parece haber regresado cuatro años en el tiempo, cuando el pesimismo antes del mundial era grande y Tabárez no era “el Maestro” sino “el boca torcida”.

El empate sin goles ante Francia, en teoría el rival más complicado del grupo, no era necesariamente algo animador, porque ya había pasado en 2002 y aquella campaña no fue exitosa. Entonces sucedió algo mágico y empezó a brillar la estrella de Luis Suárez. ¿Podrá brillar nuevamente el jugador surgido de la cantera tricolor cuando viene recuperándose de una operación?

Fuera de juego

Leí un poco de prensa uruguaya antes de escribir y hay un comentario que no encontré por ningún lado. Pude rever el segundo gol de Costa Rica en internet por todos los ángulos posibles y digo: es ilegal. El autor del gol, Duarte, salió un paso adelantado cuando lo marcaba Stuani. Un fuera de juego bastante fino, complicado para el juez de línea, de aquellos que son un escándalo si perjudican a Peñarol y “no te pongas exquisito” si lo benefician (aunque el “no te pongas exquisito” fue un orsai bastante más grande que esto).

Links

[1] http://www.ovaciondigital.com.uy/mundial/adversidades-costa-rica-crece.html
[2] http://pulsoslp.com.mx/2014/04/23/dt-de-uruguay-considera-ilogico-que-puedan-ganar-el-mundial/

Manoel Castanho

(Periodista)
decano.com

Foto: ovaciondigital.com.uy


Nota anterior: "Posibilidades matemáticas"

La Fundación Getulio Vargas realizó un estudio matemático sobre las posibilidades de cada selección en el mundial.

La espera fue grande – y no sin razón. Parecía que pronto llegaría julio pero nunca el 14 de junio. Un mundial en Brasil es algo que trae los mejores recuerdos para los uruguayos que no vivieron la década de 1920. La Celeste se aprontó con victoria y sin sufrir goles ante Irlanda del Norte y Eslovenia, aumentando el optimismo. Cuando el once uruguayo pise el césped del estadio Castelão, en Fortaleza, poco antes de las 16 horas, se terminará la espera. ¿Y qué posibilidades hay para él?

La Fundación Getulio Vargas es una institución privada sin finalidad de lucro y que tiene prestigio en ciertas áreas, notadamente en Economía. La Escuela de Matemática Aplicada de dicha institución preparó un modelo matemático para decir qué posibilidades tiene cada equipo en el mundial con base en los resultados obtenidos en los últimos cuatro años. El resultado se puede ver en el link http://emap.fgv.br/copa-2014/.

Con base en un método de Page Rank – sea lo que sea que signifique esto, pero Google lo utiliza y las Islas Mauricio aparecen en la posición 27, ¡qué mal parado está Google! – los estudiosos definieron un poder de ataque y defensa de cada selección. Uruguay está en la posición de número 10 en el Page Rank. Su potencial de ataque ocupa la sexta posición, pero la defensa ocupa apenas el vigésimo puesto. Brasil aparece con el mejor potencial tanto en ataque cuanto en defensa; los peores son Grecia (ataque) y Camerún (defensa).

La experimentación se hizo cien mil veces – y cien mil es un número que puede darle credibilidad a cualquier cosa. Yo, por ejemplo, hice una sola simulación, basada únicamente en mis opiniones y desgraciadamente el campeón era Argentina. Menos mal que no soy creíble.

Basados en los resultados de estas experimentaciones, se dieron a conocer las conclusiones. Los equipos con más probabilidad de salir campeón son Brasil (31%), España (17%), Argentina (10%), Colombia (9%) y Alemania (8%). Apenas como comparación, pongo los números de una casa de apuestas: el top 5 es formado por Brasil (3,60), Argentina (5,00), España (6,50), Alemania (7,50) y Bélgica (19,00)

Como brasilero, miro estos números con enorme optimismo: hay un 90% de probabilidad de que el campeón NO sea Argentina. Si miro con realismo, posiblemente el incremento de posibilidades de Brasil se deba a la Copa de Confederaciones, en la que se derrotó a España en un partido especial, en condiciones especiales. Algo que difícilmente se repita.

Pero hablemos de la Celeste (me refiero obviamente al seleccionado patrio charrúa, y no a la madre de Pelé que tenía este nombrer). Sus posibilidades de título son de 4%, según la FGV, lo que la pone como el sexto favorito. Hay un 97% de posibilidades de avanzar para octavos de final y un 61% de ir hasta cuartos. Repetir lo del último mundial y atingir las semifinales, 24%. Y clasificarse para intentar un nuevo Maracanazo, 12%.

También fueron divulgados números específicos para la fase de grupos. En el caso de Uruguay, los resultados son los siguientes:

Rival                 Victoria  Empate Derrota Resultado más repetido

Costa Rica           52%       26%       23%       1 a 0 (13% de veces)

Inglaterra            41%       25%       34%       1 a 1 (12% de veces)

Italia                    53%        21%       26%       2 a 1 (9% de veces)

Si se dan los números de FGV, Uruguay clasifica primero con 7 puntos (para alegría del fantasma del 50) en un grupo que tendría a Costa Rica e Italia como eliminados. El rival en octavos sería Costa del Marfil. Suárez contra Didier Drogba. En todo caso, el profesor Moacyr Alvim explica que esto es solo un modelo matemático, solo una probabilidad y que resultados improbables (en Brasil conocidos como “zebras”) a veces ocurren. ¡Vamo arriba la Celeste! (Y abajo el fantasma del 50, diría yo)

Manoel Castanho

(Periodista)


Nota anterior: Sete Lagoas

El lector ya sabe que la Celeste está concentrada en la ciudad de Sete Lagoas. Esta es la ciudad de la infancia de quien escribe estas líneas

“Mexe, mexe, mexe coração, vamos que vamos, que esta bola vai rolar”. Éste es mi primer recuerdo mundialista: haber aprendido esta canción, que hablaba de la emoción de la hinchada brasilera. “Mexe coração” (movete corazón) era un juego de palabras para sonar parecido con México, país que recibía por segunda vez la Copa del Mundo. A los cinco años, no sabía nada de nada sobre lo que era fútbol, ni que se jugaba un mundial, ni nada. Apenas repetía como un loro la canción aprendida.

El año era 1986, yo vivía en Sete Lagoas desde el año anterior y allí viví poco menos de dos años. Fue lo suficiente para que sea la ciudad de mis primeros recuerdos realmente claros. Llegué con tres años de edad. Vivimos en dos casas, casi nada recuerdo de la primera y soy capaz de recordar cosas de la segunda, ubicada cerca de la esquina en una calle de piedras, ascendiente, con la sierra Santa Helena al fondo. Algunas amistades que mi familia hizo en este corto periodo permanecen hasta hoy. Capitán del Ejército, mi padre era la más alta autoridad militar de aquella pacata ciudad de 100 mil habitantes.

También fue allí que por primera vez fui a la escuela, el Instituto Brasil. Lo que no recuerdo es si esto fue en 1985 ó 1986. Entre los niños, el único amigo que recuerdo era Múcio, creo que su padre llegó a ser alcalde de la ciudad. Y también fue allí que mi familia aumentó dos veces, con la llegada (nunca tan correcta la palabra) de mis hermanos más chicos. A ambos los adoptamos cuando tenían apenas una semana de edad y la diferencia entre ellos es de apenas cinco meses.

En familia, creo que retornamos una o dos veces a la ciudad; en 2005 tuve una experiencia solitaria. Quise visitar la que fue mi primera maestra y agradecer por su trabajo. Viajé 700 quilómetros en auto y llegué a la ciudad. Ya no recordaba el lugar donde se encuentran mis ex residencias. La escuela ya no existe más. Y qué sorpresa tuve al saber que la maestra Regina todavía guardaba algunos de los trabajitos de su alumno Manoel… dijo además que mi cara seguía siendo la misma, con el aire de quien piensa antes de hablar.

La ciudad

Sete Lagoas está ubicada en la ruta BR-040, que va de Brasilia a Rio de Janeiro. Está a 700 quilómetros de Brasilia y unos 60 antes de Belo Horizonte. Hoy ya superó los 200 mil habitantes, la gran mayoría de ellos son mestizos. Los principales atractivos turísticos son la sierra Santa Helena y la gruta Rei do Mato. Sete (siete, en español) no es un número literal: es figurado, para significar muchas lagoas (lagoa es un lago pequeño). Ellas son 22. La principal es la Lagoa Paulino, atractivo turístico del centro de la ciudad.

El equipo local

El equipo de fútbol local se llama Democrata – y cuando ellos empataban con Cruzeiro o con Atlético por el campeonato mineiro, había anuncios por toda la ciudad festejando. Hoy se encuentra en el módulo II del campeonato mineiro (o sea, la B) y en 2014 tuvo un pobre desempeño, aunque pudo evitar el descenso.

Los principales jugadores salidos de allí son tres: el zaguero João Carlos, quien fue campeón de la Copa América de 1999 con Brasil; el arquero Gomes, ex PSV y Tottenham, campeón de la Copa de Confederaciones en 2005 y 2009, suplente en el mundial 2010; y el volante Bernard, campeón de la Copa Libertadores 2013 y que tuvo éste jueves su debut mundialista.

La concentración de Uruguay

La selección uruguaya está concentrada en el JN Resort – creo que la prensa uruguaya ya les habrá dado una enormidad de detalles. El hotel está unos 5 quilómetros fuera de la ciudad, ubicado cerca de la sierra Santa Helena. El sitio web es www.jnresort.com.br. El lugar está a unos 50 ó 60 quilómetros del aeropuerto de Confins – que sirve a la ciudad de Belo Horizonte pero está a 40 de ella. Como curiosidad, la sigla por la que se conoce el aeropuerto son las iniciales de nuestro amado Nacional.

Es un lugar bastante interesante para huir de la agitación típica del mundial y tener focus en el objetivo, que no puede ser otro que conquistar su tercer mundial. Hace cuatro años, sería disparatado decirlo y sin embargo Uruguay fue cuarto en aquel mundial. Ahora, jugando en Sudamérica y teniendo tres jugadores con desempeños superlativos en nivel mundial (Godín, Suárez y Cavani), hay que soñar.

Por último, el campo de entrenamientos es el Estádio do Jacaré. Fue construido en 2006 y tiene capacidad para 20 mil personas. Cuando se anunció que Belo Horizonte sería una de las sedes mundialistas y el estadio Mineirão tendría que pasar por una reforma, los dos grandes clubes de la capital mineira buscaron un estadio para jugar durante este periodo. El estadio de Sete Lagoas se mostró una alternativa interesante, porque no es tan pequeño ni tan distante de Belo Horizonte, además de ser nuevo. Al fin quien lo utilizó más fue Cruzeiro, porque Atlético en cierto momento empezó a jugar en el estadio Independencia, propiedad del club América de Belo Horizonte.

Manoel Castanho

(Periodista)


Nota anterior: El más grande reality show

Cuando la pelota ruede a las 17 horas hoy en la Arena de São Paulo (todavía sin nombre) para el partido entre Brasil y Croacia, empezará oficialmente el más grande reality show del mundo.

Esto del reality show se me ocurrió al ver la transmisión del mundial 2002. En aquel momento los reality shows producían tremenda fiebre en Brasil (y todavía lo hacen entre enero y marzo) y los horarios de aquel mundial no ayudaban. En horas de la tarde, cuando todos estábamos despiertos y con ganas de saber informaciones, al otro lado del mundo era alta madrugada y entraba un reportero anunciando en vivo que los jugadores de la selección de Brasil ya habían ido a dormir hace tres horas.

Y sí, es un reality show. Con reglas de eliminación conocidas. Para ganar, hay que anotar goles, aunque sea en la tanda de penales. No sirve hacer como Suiza que en 2006 fue eliminada sin sufrir un miserable gol. El público no “vota” para decidir quien será eliminado, pero unas 15 mil personas pueden pagar para ver la acción en vivo e interferir con sus gritos, su presión o sus petardos. ¿15 mil? Sí. Los otros 35 mil son pagos por los sponsors. Mi hermano irá gratis a un palco para ver Ecuador-Suiza pagado por una gigante del ramo de metales mientras yo tuve que pagar más de 1500 pesos para ver el mismo partido – y allá arriba, detrás de un arco. Tremendo hijo de… de… de qué voy a insultarle si la madre es la misma que la mía…

Los ojos de todo el mundo están puestos en lo que sucede en Brasil. La prensa te traerá todas las informaciones irrelevantes que querés saber, pero nunca las relevantes. Iván Zamorano te dirá que el secreto de Ronaldo para jugar bien al fútbol era que nunca se cambiaba las medias, mientras nadie te dirá qué sucedió con el mismísimo Ronaldo antes de la final de 1998.

Si usted no soporta programas como el Gran Hermano (excelente nombre, extraído de un libro que nadie leyó y lleno de gente que nunca leyó un libro en su vida), prepárese para algo bastante peor. En lugar de un canal y cientos de sitios web bombardeando a los lectores con informaciones de la casa, el mundial irá por varios canales abiertos, millones de sitios web traen las noticias y cientos de programas radiales con Kesman, Da Silveira, Goñi y los mismos de siempre traerán todas las informaciones – y por única vez en cuatro años, no hablarán de Peñarol.

¿En qué otra ocasión se informa con tanto lujo de detalle qué es lo que comieron los jugadores? ¿En qué otro momento se transmiten entrenamientos en vivo? ¿En qué otra circunstancia se sabe perfectamente a qué horas durmieron los jugadores sin que Julio Ribas tenga que proteger a sus gladiadores? ¿Y en qué otra ocasión se consigue las informaciones más inverosímiles – como el nombre del jugador que tiró un pedo tan terrible que obligó a evacuar el comedor?

Nunca falta un conductor que quiera ser más estrella que los protagonistas del show, y si a vos no te gustan Jorge Rial o Mariano Peluffo, no faltará un Julio Ríos y su camiseta de la suerte. Tampoco faltarán en el mundial las peleas por motivos fútiles que tanto rating traen a los reality shows. La pelota todavía no rodó y ya sabemos que en Camerún los jugadores están enojados con los privilegios de Samuel Eto’o y que en Argentina Carlitos Tévez no fue convocado porque no se lleva bien con Lionel Messi. Y en lugar de una versión femenina del Loco Abreu, estará el propio Loco Abreu, esta vez en un rol menos infartante: comentarista de ESPN Brasil.

Y para colmo, si alguna vez tuviste que esperar a tu marido o mujer, tu novio o tu novia, tu amiga o tu amigo porque él tenía que estar mirando el maldito reality show, hoy esta desgracia será multiplicada. Quiso el destino - o la impericia de quien organizó el calendario, algo que ya critiqué ayer - que el partido inaugural se jugase en la tercera fecha comercial más importante de Brasil (detrás apenas de Navidad y Día de la Madre): el Día de los Enamorados, que lo celebramos el 12 de junio. Este año los moteles y restaurantes se la pierden.

Y no sirve fingir que no ves al reality show. De todas maneras sabrás la información porque toda la gente te lo comenta. No hay manera de huir. Entonces, preparate, porque empieza hoy el más grande reality show del mundo: el Gran Hermano Campeonato FIFA Mundial de Fútbol 2014.

Manoel Castanho

(Periodista)


Nota anterior: El Mundial en mi casa

Empieza hoy una serie de textos sobre el mundial. Un simpatizante de Uruguay e hincha fanático de Nacional hablará de la Celeste y del Mundial en su país.

El desafío propuesto por la gente de decano.com fue recibido con alegría: escribir sobre la Celeste y sobre el Mundial. Con un punto a favor: será la visión de un extranjero. Simpatizante de los uruguayos, eso sí, y también de la Celeste, pero sin dejar de ser brasilero. Será el mundial en mi casa. Y un punto contra: el hincha uruguayo ya estará recibiendo todas las informaciones posibles durante cuatrocientas horas diarias por parte de la prensa deportiva. Será harto complicado aportar algo que sea realmente una novedad.

Después de 36 años la Copa del Mundo de fútbol vuelve a jugarse en suelo sudamericano. Todo está más cerca de casa, nadie tiene excusa para no ir. Basta de largos viajes y… y nada, la Celeste deberá viajar como 8,5 mil quilómetros solamente en la fase de grupos. Alojada en Sete Lagoas, la Celeste viaja primero a Fortaleza, después baja una enormidad hasta São Paulo y regresa al noreste, a Natal, no tan lejos de Fortaleza. Podría ser peor. Al menos la Celeste no irá a Manaus, más distante y con un punto ciego en el sistema de radares que controlan el tráfico aéreo.

El amigo Gregorio Martirena quiso seguir la Celeste en camioneta. Será imposible. En algún lugar tendrá que subirse a un avión y como el aeropuerto de Brasilia distribuye muchos vuelos para el norte y noreste del país, por ahí nos encontraremos en alguna conexión. Si es que él contesta mi e-mail.

Hay que destacar la impericia de quien organizó la tabla de partidos. Sí, ya sé que fue sorteo -o no-  porque en Chile hicieron un video interesante contestando esto. Pero nadie tuvo la sensibilidad de dirigir el sorteo para que la Celeste pudiese jugar en las sedes del sur (Curitiba y Porto Alegre) y Brasil pudiese atraer más turistas uruguayos. Quien sí jugará en el sur es Ecuador…

Pero ahora no sirve protestar. Lo que se hizo, se hizo – muy poquito, es verdad. Lo que no se hizo no se hará más – aunque muchos candidatos lo prometerán en las elecciones de octubre. Y como publicó en Instagram una integrante del Comité Organizador Local (y no por casualidad hija de Ricardo Teixeira y nieta de João Havelange), todo lo que había que robar ya fue robado. A Jerome Valcke  no le gustó nada esto y ella tuvo que pedir perdón, aunque el estrago de este hermoso acto fallido ya está hecho.

A los que vienen a Brasil, bienvenidos a mi país. Si alguno viene a Brasilia, bienvenido a mi casa. Deseo ardientemente que a Uruguay le toque jugar un partido en mi ciudad.

Manoel Castanho

(Periodista)


Manoel Castanho

Nacido en Rio de Janeiro, Manoel Castanho es periodista graduado por la Universidade de Brasilia. Hincha de Nacional por iniciativa propia desde los 10 años de edad, aprendió a amar la rica historia del club y estudia todo lo que cae en su mano para conocerla mejor. Su único vínculo con Uruguay es el amor por Nacional y gracias a esto tiene dos millones de amigos.




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