Por Recibimos y publicamos: Felipe de La Unión
5 Ene 2020
Rafa

Una vuelta invité a mi hermano chico al estadio. Previa discusión con la vieja, me dejaron llevarlo. Todo se saldó con un “tranqui vieja, lo llevo a la olímpica, es tranquilo”. Sin saberlo, ese día te

Una vuelta invité a mi hermano chico al estadio. Previa discusión con la vieja, me dejaron llevarlo. Todo se saldó con un “tranqui vieja, lo llevo a la olímpica, es tranquilo”.

Sin saberlo, ese día terminó siendo muy especial. No por llevar a mi hermano a la cancha con la responsabilidad que me habían dado, no por un resultado, ni tampoco por un gol de Nacional, aunque sí, fue de Nacional.

En un momento del partido, el volante de Rampla le pegó a la pelota de la mitad de la cancha, Popi Muñoz adelantado y gol de ellos. Gol de él.

Mi hermano con toda su inocencia mandó un “paaaa quien es ese”. Y ese día me nació. “Titán, se llama Titán y va a hacer historia en Nacional”.

Fueron pasando los años, técnicos, jugadores. Pasaron los Ojotas, Matutes y Lodeiros, y yo crecí siempre esperando y añorando que el Titán se convierta en ídolo. ¿Lo es? No creo, pero para mí sí. Siempre arrancando de atrás, siempre humilde, siempre rendidor. De los que nunca te deja tirado. Lo vi irse, lo vi volver, siempre igual, siempre guerrero, siempre Bolso y por encima de todo siempre Titán.

Este año se le dio, y de alguna forma se me dio. Que Nacional gane un campeonato como estos y que el Titán sea figura, era como mucho para quizás infantil idolatría. ¿Infantil? No sé. Pero mientras todos se iluminan con los que le pegan bien, con los que hacen goles, a mí me copa ver a los que les aguantan la espalda. Y a ese loco que le tocó pasar de todo, este año se le dio. Porque mire que las ha tenido complicadas, de todas las formas.

Hoy me entero que se va. No lo entiendo, pero se va. El que siempre la tuvo que luchar, el día que le gana a propios y extraños se va. Con él, un poco me voy yo. Porque seguro que este año algo me va a faltar.

De mi parte, ¡gracias!. Gracias por ser mi ídolo, gracias por ser siempre el mismo canario humilde. Gracias por representarnos a todos los que en una de esas no tenemos la brillantez de otros, pero todos los días la salimos a buscar. 

Hoy me toca llorar. Mañana veremos. Pero seguro vas a tener a uno acá hinchando por vos, mirando todos tus partidos y esperando que salgas a la cancha. Los puños apretados y la mirada al cielo. La humildad y los huevos.

En una de esas escucharé un “uruguayo, uruguayo”, no sé. No me quiero ilusionar. De mil formas Gracias, y si dios quiere acá te estaré esperando.

Adiós Titán. Adiós Rafa. Te quiero.

Recibimos y publicamos: Felipe de La Unión





SEGUINOS

Crear una cuenta



Ingrese a su cuenta