Con el corazón en la mano

Se acerca un nuevo clásico en el Parque y esta vez con público en las tribunas. Analizamos cómo se podría dar el encuentro más importante del Uruguay.

Luego de muchos años se disputará un nuevo clásico en el Gran Parque Central con público en las tribunas y con un condimento agregado: el goleador de toda la historia uruguaya defenderá la camiseta más laureada del país. 
En la previa ambos equipos llegan con actualidades muy disímiles.

El Bolso es un equipo consolidado desde el juego, y también desde los resultados. Genera muchas jugadas de gol, y además convierte un alto porcentaje de ellas. Desde lo defensivo, no sufre demasiado, le hacen muy pocos tantos, lo que lo ha llevado a tener un saldo de 40 goles de diferencia en lo que va del Campeonato Uruguayo con 53 goles convertidos, y solo 13 recibidos. Una diferencia abismal con todo el resto de los equipos, siendo Liverpool el que más se le acerca con una diferencia de 17 a favor. 

Por su parte el aurinegro tiene un presente contrario. No encuentra juego asociado, le cuesta convertir goles y le convierten más de lo que un equipo que aspira a pelear el campeonato debería recibir. 

Esto ha llevado a que el técnico de nuestro eterno rival, Leonardo Ramos, opte seguramente por un cambio en la figura táctica, poniendo tres volantes de contención, intentando ganar la zona central en base a superioridad numérica, ya que en el juego el Decano está mucho mejor en esa parte del campo de juego. El Bolso presentará el mismo esquema, pero con algunos cambios de nombres aparentemente, con jugadores que han tenido buenos rendimientos clásicos, pero apostando a lo que viene haciendo cada fin de semana desde el dibujo táctico. 

En cuanto a la estrategia, es claro que Ramos es un técnico inteligente, y sabe perfectamente que en este momento no puede salir a jugar de igual a igual. Por eso el cambio táctico reforzando la zona central, y por eso creo que el partido será planteado esperando a Nacional, con líneas muy compactas, dejando muy pocos espacios, y tratando de salir de contragolpe con los hombres rápidos que presentará por las bandas. No hay dudas de que buscarán quitarle ritmo al partido, y ensuciarlo desde lo futbolístico. 

Nacional, en cambio, saldrá a intentar imponer su juego asociado, buscando jugar en terreno contrario y disponiendo de la pelota. Nacional deberá buscar triangular por ambas bandas, aunque se ve mejor el tándem que forman Leandro Lozano con Camilo Cándido por izquierda, porque si bien el ‘Pumita’ Rodríguez sube muy bien, no tiene tanto entendimiento con Alfonso Trezza a la hora de combinar por ese sector. También será fundamental lo que puedan hacer Felipe Carballo y Franco Fagúndez encontrando espacios entre los zagueros y mediocampistas de Peñarol, y el pivoteo que pueda realizar Luis Suárez, descargando de primera para dar velocidad y sorpresa al ataque. 

Los primeros minutos serán fundamentales, de estudio y el que pueda lograr allí imponer su juego, terminará saliendo favorecido en el encuentro.

Sería una gran tranquilidad lograr un gol tempranero ya que tendrían que salir y dejar espacios, algo que Nacional sabe aprovechar de gran manera. 
Habrá que estar atentos a los contragolpes, a tratar de no realizar faltas cerca del arco, a estar atentos a los envíos aéreos y a no confiarse sólo en el buen juego con pelota, ya que lo anímico es fundamental en este tipo de encuentros, en donde meter y jugar con el corazón en la mano es de extrema relevancia. Si se controlan estos aspectos, desde el juego el Bolso debería ser superior al Manya.

Clásicos son clásicos, y como dijimos, el aspecto espiritual juega mucho y puede emparejar, pero claramente llegamos como favoritos a este encuentro por los motivos ya explicados, porque jugamos en nuestro estadio y con nuestra hinchada a favor. 

Es un solo partido y puede pasar cualquier cosa, puede haber expulsiones, tiros libres bien ejecutados, penales y otros imponderables que pueden incidir en el resultado del partido, pero de no existir nada de esto, la lógica indica que Nacional debería llevarse el triunfo sobre el eterno rival. 
Esperemos que así sea. 

¡Arriba Nacional!

Diego Ávalo