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12 Nov 2021
Cisma
1922

El 14 de noviembre de 1922 se produjo la desafiliación de la AUF de los clubes Peñarol y Central, causada por la violación de los estatutos asociacionistas.

Este 14 de noviembre se cumplen 99 años de un histórico acontecimiento ocurrido en 1922, cuando se produjo la desafiliación de la Asociación Uruguaya de Fútbol de los clubes Peñarol y Central, causada por la violación de los estatutos asociacionistas por parte de esas dos instituciones.

Al iniciarse la década de los años ‘20, un grupo de clubes argentinos, River Plate, Racing, Independiente y San Lorenzo, entre otros, se habían alejado voluntariamente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), fundando la Asociación de Amateurs.

La Asociación Uruguaya de Fútbol nunca reconoció oficialmente a la liga de amateurs, continuando con su relacionamiento oficial con la AFA y prohibiendo que las instituciones uruguayas se enfrentaran con los clubes disidentes del vecino país.

En el mes de septiembre de 1922, poco antes de que la selección uruguaya viajara a Brasil para la disputa de la Copa América, Peñarol (que tenía firmes lazos de amistad con algunas de esas instituciones disidentes) exigió que la AUF no se enfrentara a la AFA, porque la institución aurinegra consideraba que la AFA no era la fiel representante del fútbol argentino.

Obviamente y con toda lógica, la AUF no tomó en cuenta la solicitud del club Peñarol, por lo que Uruguay disputó el certamen sudamericano sin contar con jugadores aurinegros, por la decisión tomada por Peñarol, de no ceder a sus futbolistas para defender a la selección uruguaya.

Luego, Peñarol y Central solicitaron autorización para ir a jugar con Racing e Independiente, la que les fue negada reiteradamente por parte de la AUF. Ante esta situación, y tomando en cuenta que Peñarol y Central decidieron que iban a disputar sus partidos pactados con clubes disidentes de la AFA, el viernes 10 de noviembre el Consejo Superior de la AUF informó a Peñarol y a Central que si iban a jugar a Buenos Aires, corrían el riesgo de ser desafiliados.

Ambas instituciones no tomaron en cuenta la advertencia, disputando sus respectivos partidos el domingo 12 de noviembre.

Ese mismo día, en Montevideo, la selección uruguaya (una vez más sin la presencia de futbolistas de Peñarol), vencía a su similar de Argentina por 1 a 0, adjudicándose la Copa Lipton, el trofeo más antiguo disputado entre los dos países rioplatenses.

La presencia de Peñarol y Central en Buenos Aires, desobedeciendo el mandato de la AUF, motivó que el martes 14 de noviembre, la asamblea tomara la decisión de desafiliarlos de la AUF, resolución que fue votada por amplia mayoría (16 a 1) con el único voto en contra del club Lito.

Peñarol y Central, ya expulsados de los registros de la AUF, contando con la adhesión de clubes barriales y empresariales, más alguno que se formó en esos días, fundaron la Federación Uruguaya de Football, en una asamblea presidida por el presidente de Peñarol, Julio María Sosa, la que fue realizada en la sede del club Peñarol, sitio en el que, posteriormente, la F.U.F. continuó realizando sus reuniones.

La actividad oficial organizada por la AUF continuó con su desarrollo, consagrándose el Club Nacional de Football como Campeón Uruguayo 1922.

Consolidando su posición oficialista, la AUF continuó con su actividad en 1923, afiliándose a la FIFA. De ahí en adelante, la única institución reconocida oficialmente por la FIFA y la Confederación Sudamericana de Fútbol siguió, y sigue siendo hasta la actualidad, la Asociación Uruguaya de Fútbol.

En 1923 se organizó en Montevideo el Campeonato Sudamericano, en el que Uruguay, representado solamente por jugadores de la AUF, se consagró campeón. Esa fue la conquista que motivó que Uruguay concurriera a los Juegos Olímpicos de 1924 que se realizaron en Francia.

Por lógica, fue la AUF la que representó oficialmente a Uruguay en los Juegos Olímpicos de 1924, donde nuestro fútbol logró la primera medalla de oro de su historia.

Ese es, en definitiva, el primer Campeonato Mundial de Fútbol ganado por Uruguay, con un equipo que tuvo como base a los jugadores del Club Nacional de Football, junto a futbolistas de las otras instituciones afiliadas oficialmente a la AUF, sin contar, por supuesto, con la participación de jugadores de la FUF.

A nivel local, en 1924 Nacional volvió a consagrarse Campeón Uruguayo por tercer año consecutivo, siendo, al igual que los dos títulos anteriores, los únicos que son reconocidos oficialmente por la AUF, integrante de la Confederación Sudamericana y de la FIFA.

En 1925, por gestiones de un sector de la prensa motevideana, se comenzaron los contactos para reunificar al fútbol uruguayo, elevándose una solicitud de intermediación al Presidente de la República, Ing. José Serrato, quien se puso a trabajar en el tema, contando con el asesoramiento de diez personalidades directamente vinculadas al fútbol.

El presidente de Peñarol seguía siendo Julio María Sosa, un periodista que llegó a ser director del diario El Día y que también ocupó la presidencia del Consejo Nacional de Administración, órgano que, constitucionalmente, compartía el Poder Ejecutivo en Uruguay conjuntamente con la Presidencia de la República.

El 9 de octubre de 1925, el Presidente Serrato dio a conocer su fallo, conocido como “Laudo Serrato”, el cual indicaba el cese de funciones de las autoridades de la AUF y de la FUF y la inmediata suspensión de la actividad deportiva.

Se decidió la creación del “Consejo Provisorio de Football Nacional”, integrado por quienes habían sido los diez asesores de Serrato. Ese Consejo Provisorio tuvo como función principal la organización de toda la futura actividad del fútbol uruguayo.

El club Nacional era el líder del Campeonato Uruguayo en ese momento.

La AUF declaró oficialmente a Nacional como “Primero e Invicto”, pero no como Campeón Uruguayo de 1925, por lo que la institución tricolor, con toda honestidad, no cuenta ese campeonato entre sus títulos conquistados.

El “Consejo Provisorio” cesaría en sus funciones una vez cumplida la reorganización y se regiría para su cometido por lo establecido en el Laudo Serrato y, en todo lo que no se opusiera al mismo, por el estatuto de la Asociación Uruguaya de Fútbol, que era la única reconocida oficialmente por la Confederación Sudamericana y por la FIFA, quedando de esa manera marcada la desaparición de la FUF, lo que también provocó la desaparición de la mayor parte de los clubes que la integraban.

Con la organización de la FUF llegaron a desarrollarse dos certámenes, obvia y lógicamente que ninguno estuvo reconocido por la AUF, la Confederación Sudamericana ni la FIFA.

El primero, en 1923, lo ganó el Club Atlético Wanderers, rama escindida del Montevideo Wanderers Football Club, institución que se mantuvo oficialmente en la AUF, mientras que el torneo de 1924 lo ganó Peñarol, contando entre los equipos participantes con clubes como Peñarol del Plata, Roberto Chery, Firestone, Roland Moore, Bridgestone, San Carlos Taurino y Uruguay Forever, entre otros...

En 1926 no se disputó el Campeonato Uruguayo, por lo que no hubo, y por lo tanto es imposible que haya existido, ni mucho menos que al día de hoy pueda existir, un “Campeón Uruguayo de 1926”. Esto es algo total y absolutamente falso y carente de todo sustento lógico, porque la auténtica y verdadera historia de la Asociación Uruguaya de Fútbol así lo refleja, por más que haya quienes por ignorancia y/o fanatismo, pretendan (equivocadamente) hacer creer que en 1926 hubo un campeón uruguayo de fútbol.

Ese año se disputó solamente el Campeonato del Consejo Provisorio.

El mencionado torneo se desarrolló en dos series, teniendo como única finalidad definir cuáles serían las instituciones que competirían en la Primera División del Campeonato Uruguayo de 1927 y cuáles formarían parte de la segunda divisional, denominada Intermedia. Así lo destacaba el Laudo Serrato, expresando textualmente en su artículo octavo: “El año deportivo de 1926 se destinará a la selección necesaria para clasificar a los clubes que integrarán la Primera División y la División Intermedia”, refiriéndose, lógicamente, a la futura actividad de la temporada de 1927.

La serie A del “Campeonato Provisorio” tuvo como ganador a Peñarol y la serie B se la adjudicó el club Bella Vista.

Para corroborar y ratificar definitivamente este tema y ni siquiera dar lugar al más mínimo margen de error o de discusión, está claramente definido que en el año 1926 no estuvo en disputa la Copa Uruguaya, sencillamente porque la AUF no estaba en funciones, sino que la que se puso en juego, por parte del “Consejo Provisorio de Football Nacional”, fue la Copa “Héctor R. Gómez”.

La disputa del Campeonato Uruguayo de Fútbol organizado oficialmente por la AUF retornó para el año 1927, contando con la participación récord de 20 clubes. El Club Atlético Rampla Juniors fue el Campeón Uruguayo de ese año.

Por si a alguien se le siguieran generando dudas o pretensiones de entablar una discusión, la propia Asociación Uruguaya de Fútbol expresa clara e inequívocamente, que el Campeonato Uruguayo del año 1927 fue el 25° certamen oficial de primera división del fútbol uruguayo, debiendo tomarse en cuenta que el campeonato de 1925 fue declarado trunco y, por lo tanto, no se toma en el historial del máximo certamen oficial de la AUF.

Nelson Vicente




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