El eje tricolor

El día anterior a la partida a Mercedes para la disputa de un amistoso tuvimos un aparte con Diego Arismendi

No me cuesta nada imaginármelo haciéndose la rata a la escuela y corriendo a entreverase en un picadito, o simplemente pateando latas mientras se hace la hora de volver a casa. Pero me equivoco. Él mismo se encarga de decirme que “nunca” se hacía la rata y que además “era muy aplicado. Tenía buenas notas, pero siempre tuve la dificultad de la conducta” agrega.

Diego Arismendi, “el Mama”, apodo que surgió en la Séptima de Danubio porque “era bastante vago y me empezaron a decir "vieja" y por el parecido físico "Mamavieja". Y ahí me quedó” considera que su salida al exterior fue “en el momento justo”  y reconoce que “no se me dio. Tuve una mala experiencia pero el momento era ese. Siento que ya había cumplido un ciclo. Me fui en una edad linda. No tuve suerte con el técnico ni con el equipo al que fui. Tampoco yo estaba en una buena condición. Fueron varias cosas” explica.

Arismendi es un enamorado de la música “alegre, divertida” aunque asegura que “trato de buscar buenas letras. Cosas que te dejen algo”. En su pasaje europeo trató de inculcar el sonido caribeño entre sus compañeros, pero según dice, también” intenté volcarme a lo que escuchan ellos, que está bueno. Un poco de rap con reggeton”.

Su debilidad por la música y el baile le han valido, recientemente, algunas observaciones a nivel de prensa por su conducta. El Mama dice no entender cuál es el misterio de salir un viernes después de un partido “si recién te toca volver a entrenar el lunes” y considera que”podrían hablar si salís un jueves y jugás el sábado, pero nunca he hecho eso. Ni lo haría. Me considero muy responsable. El año pasado decían que mi rendimiento físico no alcanzaba el punto ideal por “la noche”, pero no era así. Lo que sucedió fue que no llegué a tiempo para hacer la pretemporada. Venía de ocho meses sin jugar y es imposible que un jugador se ponga a punto de un día para el otro. Ahora, ya con una base pude agarrar ritmo y estoy demostrando todo lo que puedo dar”.

Arismendi ha levantado su rendimiento, no solo con el paso del tiempo sino con el regreso de Maximiliano Calzada al mediocampo tricolor. “Siempre que tengas un compañero de marca con quien corras a la par va a ser un alivio” comenta el volante y añade que” el Vasco a veces se decide por un sistema táctico mucho más ofensivo, con jugadores con mayor subida y ahí tengo que repartir la marca con el sector defensivo. Obviamente que al ser el único hombre encargado de la recuperación en el medio sufro un poco más, porque el desgaste es mayor. Maxi, aparte de lo que corre, tiene muy buen pie y está en un gran nivel. Esperemos que siga así para que pueda concretar un pase pronto”.

Diego Arismendi tiene cuatro títulos con Nacional. Campeón de la Liguilla 2007 y 2008, del Torneo Apertura 2008 y Campeón Uruguayo 2008-2009. Con esta distinción partió a Inglaterra y volvió en el 2013 con el deseo de coronarse nuevamente Campeón Uruguayo. “Volví a Nacional con ese sueño. El semestre pasado no se dio por varias circunstancias. Este año hay más estabilidad desde todo punto de vista y eso se ve reflejado dentro de la cancha” sostuvo el Mama.

Ernesto Flores
decano.com