El Talud

Se recomienda a los que van a participar del encuentro de hinchadas concurrir con calzoncillo de lata.

Por lo que cuentan el encargado del marketing de la mugre es un maestro, un capo; más que capo, capísimo. Hay que reconocer que el tipo es un genio, una bestia que se las sabe lunga, tiene mucho boliche y sabe en que anda la gente. Por eso arma las operaciones que arma. Yo reconozco la inteligencia del tipo, si yo fuera político lo contrato y me aburro de ganar elecciones. Nos vienen fumando hace años, y por lo que veo seguirán así largo tiempo.

Conceptualmente acuerdo con Viñoles, y acá no se está justificando nada. Pero hay que aclarar que a toda acción corresponde una reacción. Esta ley física es utilizada también en análisis políticos y sabido es que toda intervención social genera reacciones. Hasta las más simples intervenciones como cortar un árbol o una calle generan diversas reacciones. ¿Cómo no iban entonces a generar reacciones acciones como las que se vienen bancando la gente, la hinchada o los simples simpatizantes? Y no de ahora, sino de largo tiempo a esta parte. Que, ¿hay que recordar la doble vara que rige en nuestro fútbol? Ya varios lo plantearon; que el inflable, que la cohetería, que las mascotas, que las banderas; que por qué ellos si pueden y nosotros no; por qué la policía a nosotros si y a ellos no. Se llevó una situación al límite de lo posible. En fin, y acá no se está justificando nada. Solo poniendo en claro que las condiciones estaban dadas para que algo pasara. Y varios lo dijeron, ya que era previsible, y muy previsible; algo iba a pasar. Algunos dijeron: ojo, que a alguien se le va a saltar la cadena. Ojo, que a alguien se le va a saltar la chaveta. Alguien abonó el terreno hasta el hartazgo, hasta que algún día pasó. Y era hasta lógico que pasara. No abro un juicio moral ni ético del caso, y tampoco sobre otras connotaciones humanas, solo lo analizo desde una fría consideración política de acción y reacción.

Más de lo mismo. Un extranjero que escuche la información que provee la prensa debe pensar que acá estamos en Siria. Que tiros, que heridos, una sociedad violenta y enferma, etc, etc. Es más, como el hecho se centraliza en “la Ámsterdam”, obviando lógicamente decir que allí para la hinchada de penadoy, se busca (y a veces se logra) desresponsabilizar a penadoy; de manera que, un desprevenido (de adentro y de afuera) puede pensar que ese club no tiene nada que ver. Es más, la información se canaliza desde el vamos para quitarle responsabilidad en el hecho. Luego más de lo mismo: hay varios culpables y/o responsables, y como no podía ser de otra manera, en grados de responsabilidad está primero la sociedad; (Goñi en un exceso de lameculismo extremo, responsabiliza al “mundo”), luego la violencia en sí; luego la falta de educación, luego Bonomi, luego su esposa; …..Digo, ¿de peñarol, no piensan decir nada?

Me importa un carajo lo que comunique diluvio. Ahora, si nosotros vamos calladitos a jugar a una cancha impresentables y sin cámaras de seguridad; el problema no es de diluvio; es nuestro que seguimos palomeando. Si no, podemos hacer la gran Munúa, que después del partido en el cerro salió a abrir el paraguas. Lo cual fue una actitud mucho peor y la embarró, porque o decís algo de entrada o te callás para siempre. No salir a boquillar después que perdiste, eso es de paloma.

Paaaahhh, cuánto triunfalismo hoy con la celeste; los programas radiales no saben ya como hacer para levantar más a la selección de tenfield. En realidad Tabárez debe saber que esto no es pan comido como plantean los alcahuetes, quizás esa sea la condición del triunfo. Pero que no será nada fácil. Porque los equipos que tienen la pelota siempre nos complican; porque no estamos acostumbrados a ese fútbol y si el primer tiempo termina empatado, será como nuestro partido con V. Española. Y no se todavía si no es empate. Como siempre, irán los bochazos para ver que hace Luis o el Edy, los demás a correr y marcar; más de lo mismo. El mejor 9 de la historia lo salva siempre al zoquete este.

- Si la mayoría de las veces la pelota sale jugada en largo y por arriba. ¿Para qué entramos jugando con jugadores hábiles y bajos? - Caliente el manyerío bate a boca llena en su sitio y en las redes, que “nos regalan un penal y ni así ganamos”. Es muy posible que mañana el País titule: “Ni con 12”. (Se recomienda guardar los zapatitos para el 6 enero). -Vamos mejorando, ya tenemos dos que centrean bien y uno es colombiano. - ¿Están bien formados los jugadores uruguayos? ¿le saben pegar a una guinda en movimiento? Lozano no pierde ocasiones porque le “queda larga”; las pierde porque no le pega de primera. - Vamos mejorando, pero ¿por qué la defensa no anticipa en pelotas bombeadas que llegan de 40 o 50 metros? ¿Se practica el anticipo? ¿No será que el problema está en las formativas?

¿Goñi Manya? No!! qué esperanza!! solo tuvo un pequeño accidente vocal por el cual no pudo gritar gol y solo dijo lacónicamente: "acaba de convertir Juventud". Y en cuanto a Wanderers, parecía un equipo de Munúa: rápido, intenso, los jugadores se desmarcaban para recibir y...tan parecido era ....que perdió. Lo cual da cuenta del pantano en que se encuentra (desde hace 50 años- maso) el fútbol doméstico. Donde se le pega bien lejos, para arriba, para afuera, o para adelante a lo Tabárez (allá va Luis!!!) y donde el que apuesta al fútbol bien jugado es probable que pierda. Circunstancia donde el referato juega un rol principalísimo dejando moler a patadas a los que juegan bien.

Los humanos –y los grupos humanos- tramitamos nuestra vida estableciendo relaciones a través del mercado. Y allí, somos libres de interactuar, operar, contraer compromisos siempre de acuerdo a nuestros intereses. Por lo menos esa es la teoría. Claro que, en el campo de la realidad, las reglas de juego las pone siempre el que tiene más dinero y por lo tanto más poder. Los que no lo tenemos hacemos lo que podemos. Si aparece don dinero, cualquier jugador se puede ir. “Para que soñar despiertos con horizontes de luz”. Gracias L & C.

Hoy en una larga conferencia de prensa, los tres ministros más importantes del gabinete de Macri, dijeron que había que entender que estaban aprendiendo. Ahí me di cuenta que algunos fuimos demasiados duros con Gustavo.