Por decano.com
13 Nov 2017
Arbitrajes

Errores de arbitraje que afectan a todos, menos a uno.

El último año del fútbol uruguayo ha sido atípico: pasó por una reestructuración, tuvo un Campeonato Especial, uno Intermedio y un Clausura retrasado por el paro de jugadores. Un campeonato irregular, en el que la única constante han sido los errores -u horrores- arbitrales que han tenido una gran influencia en la tabla.

El inicio

Las primeras fechas ya daban un indicio de lo que veríamos este campeonato. En los dos primeros fines de semana, observamos como las expulsiones eran moneda corriente; como en el partido que el CAP le dio vuelta a un  Liverpool que terminó con nueve jugadores. 

Pero la mayor falta de criterio se vio en la fecha 4, cuando el fixture enfrentó a Wanderers y al clásico rival: en el primer tiempo, una jugada que nace luego de una falta que Daniel Fedorczuk no cobra contra un jugador bohemio, termina con un tiro libre al borde del área a favor del CAP a raíz de una mano mal cobrada (se ve claramente que la pelota golpea en la cabeza del futbolista). En el segundo tiempo, mientras cobran tres faltas contra Esotyanoff que, gracias a la transmisión televisiva, pudimos ver que nunca existieron; a Ignacio González le obvian una infracción clara al borde del área ¿El resultado? Dos goles y ninguna amarilla para el CAP, ningún gol y tres amarillas para Wanderers.

En la misma fecha, al tricolor le tocó perder contra River un partido en el que comenzó ganando y que podría haber liquidado a los 26 minutos, cuando Seba Fernández convirtió el segundo gol para Nacional, que fue mal anulado por el árbitro Javier Bentancor.

El clásico

Se suele decir que el clásico siempre es un partido aparte, este campeonato no fue la excepción, no por la calidad de juego o el resultado, sino por los errores arbitrales que marcaron la cancha desde un principio.

En el primer tiempo, el CAP pide penal por mano de Espino, cuando en la misma jugada un jugador del CAP le entró con una plancha alevosa al futbolista tricolor, parecida a la que le dieron a Viudez minutos después, en una infracción que merecía ser sancionada con roja. A los 34 minutos el capitán del Bolso, Diego Polenta, se fue injustamente expulsado.

El segundo tiempo fue un circo: A los 77, una pelota golpea el pecho de Rogel y Christian Ferreyra pita penal para el CAP. Si el reglamento se aplicara, el CAP habría terminado el partido con dos jugadores menos: uno por doble amarilla, por molestar al arquero Conde cuando se disponía a sacar y el autor del gol porque provocó a la hinchada del Bolso en el festejo.

Mal clima

En las últimas fechas, antes y después del paro, hemos visto pasar una tormenta de malos arbitrajes. En el partido inmediato al clásico (fecha 6), Nacional le ganó 1-0 a Racing, que también debió haber finalizado con dos jugadores menos, pero al árbitro le costó sacar tarjetas amarillas. No fue lo mismo en el partido del CAP, donde a los dos minutos de juego el árbitro pita penal a instancias del línea, marcando el partido desde el principio.

Algo parecido ocurrió en la séptima fecha: Rampla descontó y se puso 2-1 a los 72 minutos y a los 77 el árbitro expulsó a un jugador Picapiedra. Más tarde en el partido, mientras un futbolista de Rampla se encontraba en el suelo, el CAP siguió jugando y aprovechó para convertir el tercer gol. Ante esto, el arquero de Rampla reclamó ante Leodán González y tuvo que irse a las duchas. También en la fecha 7, en el partido que al Bolso le tocó perder contra El Tanque Sisley, el árbitro omitió un claro penal contra Hugo Silveira cuando el partido estaba 1-1.

La octava fecha del Campeonato Clausura enfrentó a los líderes en un partido con mucha expectativa. Defensor visitó al CAP y en apenas unos minutos le desbarataron las chances. A los 44, un jugador violeta  fue expulsado injustamente y a los 49 Fedorczuk le mostró la roja a Cecilio Waterman por reclamarle a un jugador aurinegro -caracterizado por ser problemático- que sacó un tiro de esquina mientras su arquero se encontraba en el suelo. Resultado final: CAP 3-1 Defensor

En la novena fecha, mientras el CAP y Sudamérica empataban 2-2, el árbitro Bentancor cobró un dudoso penal a favor del clásico rival, que ganó 3-2.

Esto desemboca en la frutilla de la torta: la décima fecha, última disputada hasta el momento. En un partido parejo, el CAP derrotó 1-0 a Juventud de Las Piedras, cuadro en puestos de descenso que salió a jugar de igual a igual, pero que se encontró con varios errores que le pusieron piedras en el camino. Los más relevantes fueron dos goles mal anulados, uno por una falta inexistente contra un jugador del CAP y otro por una igualmente inexistente posición adelantada.

Esto se contrasta con la situación que vimos ayer, en el partido que el Decano disputó contra Wanderers. En un momento del partido, el defensor bohemio Damián Macaluso, en un intento por marcar a Kevin Ramírez golpeó tres veces en la cara al 7 tricolor, infracción que el árbitro Ferreyra cobró como falta de ataque.

Quien diga que los árbitros no pueden influir en un campeonato, no ha estado prestando atención.  

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