Por Diego Ávalo
29 Abr 2017
Cabecita
Rodríguez

Jugó en la posición que mejor le sienta, y fue una de las figuras.

Sebastián Rodríguez jugó en la posición que mejor le sienta y fue una de las figuras del encuentro ante Chapecoense.

Hace unos días escribí una crónica sobre el partido ante Fénix, en la que expresé que el equipo había tenido un ritmo cansino y anunciado, y sugerí que se debía a que el encargado de la gestación del juego ofensivo, Sebastián Rodríguez, no cambiaba de ritmo y hacía circular la pelota de muy buena manera pero con muy poca profundidad y riesgo para el arco rival. En esa ocasión el ingreso de Martín Ligüera y el retraso en el campo de juego de “Cabecita” en ese mismo partido mejoraron notoriamente su juego.

A pocos días de esa crítica futbolística, Rodríguez disputó desde el vamos el partido ante Chapecoense y se transformó una de las figuras de Nacional. En esta ocasión disputó todo el encuentro en la posición de doble cinco junto a Santiago Romero, repartiéndose la marca en la zona media del campo de juego. La responsabilidad de romper líneas con un cambio de ritmo o con un pase filtrado ya no le correspondían y lo liberaron para lo que es su mejor virtud, el manejo del balón y la salida limpia desde el centro de la cancha.

A su vez entiendo que un esquema de 4 - 4 - 2 lo ayuda mucho ya que al utilizar esa figura táctica los espacios en el medio de la cancha son menores, las líneas quedan más juntas y el equipo queda más sólido y compacto a la hora de defender. Cuando el equipo juega con un  4 -2 - 3 - 1 los dos volantes centrales deben salir a marcar en los costados detrás de los carrileros cuando estos no logran cubrir esa zona del campo y los espacios son mucho mayores. Esto no favorece a Sebastián, que a pesar de colaborar y mucho en la marca, no es su mayor virtud.

Seba Rodríguez es un gran jugador de fútbol. Completo, moderno, de los que combinan marca y buen dominio del balón. De a poco se va ganando su lugar, y sobre todo, encontrando su ubicación en la cancha y en el esquema táctico, para transformarse en un jugador cada vez más útil dentro de un plantel muy amplio y variado. Ojalá siga creciendo y podamos disfrutarlo en su mayor esplendor.

Diego Ávalo
decano.com




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