Célio, haciendo feliz a un niño

Descansa en paz, te lo merecés, por buen tipo y goleador, siempre en el recuerdo de Nacional y por hacer a un niño de 12 años enormemente feliz.

Tengo 12 años, es 1967, voy a 1º. de liceo, soy tricolor o bolsilludo desde siempre, lo de bolso vino después, porque el Viejo, periodista deportivo pero hincha a muerte de Nacional, me lo inculcó desde la cuna,” de Nacional a todo y cualquiera contra Peñarol somos hinchas de cualquiera”.

Soy un pibe feliz, menos en fútbol, porque desde que empecé a ir al estadio las malas siempre fueron más que las buenas, ellos ganan, nosotros perdemos, no hay caso, nunca una alegría, salvo el 4 a 0 del año pasado, pero después nos pasaron por arriba.

Hasta mi vecino, Vidal Zaglio, ministro de Relaciones Exteriores y ex dirigente manya me dice “Danielito, hacete de Peñarol, te regalo el equipo completo”, pero no, uno a los 8, a los 10, a los 12, es incorruptible y el sentimiento por Nacional no cambiará nunca.

Es un día de julio, y ahí estamos con el Viejo en la Olímpica, tenemos que empatar para llegar a la final de la Libertadores, es una serie con Peñarol y Cruzeiro y les ganamos el primer partido con gol de Celio de tiro libre. Cómo lo grité !!, pero los nervios me comen, tenemos que empatar por lo menos, no perder, para no sufrir otra vez, para no volver al Liceo a que te carguen otra vez.

Empezamos perdiendo, pero Célio, Célio Taveira Filho, empata de tiro libre contra la Ámsterdam, ¡¡vamos nosotros !!, me abrazo a mi padre, que no grita los goles por lo de periodista, pero como lo vive por dentro.

Segundo tiempo, casi media hora, seguimos uno a uno, pero aparece Spencer, el terror de mi infancia, y parece que la historia vuelve a repetirse, cómo gritan, estamos todos mezclados así que los veo alrededor mío, yo sentado mirando el piso de cemento, sufriendo por no poder eliminarlos, no poder cortar con esta historia infame.

Falta poco, muy poco, un desgraciado de ellos, ¿será Lezcano? no me acuerdo, se sienta en la pelota, el hdp se sienta en la pelota!!! para sobrarnos, para humillarnos, no puedo más de la angustia, ¿no acabará nunca esto?

Es casi la hora, seguimos atacando y la agarra Célio, se la pasa al Marqués Rubén Sosa (el otro Rubén Sosa) que se la pasa de vuelta a Célio con un pase sublime, y ahí entra él, es Celio, es Superman, es un dios, entra esa camiseta blanca y la pelota sube, sube, sube y baja lenta lenta y entra, GOOOOOOOOOOOOOOOLLLLLLLLLLLLLLLLLL,GOOOOOOOOOOOOOOLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLL de Nacional carajo, GOOOOOOOOOOOOOOOOOOLLLLL de Nacional, me abrazo al Viejo que explota por dentro, goooooooooollll, la vida vale la pena, sale el sol, que termine, que termine, terminó !!!!!,

Nacional Nomas, NACIONAL NOMAS, GANAMOS, LOS ELIMINAMOS, ESTAMOS EN LA FINAL,

Estamos en la final, soy feliz y hoy que Célio partió, le digo gracias Célio, gracias por hacerme sentir que todo es posible, que la derrota que parecía segura puede convertirse en felicidad, en alegría, gracias Célio.

Descansa en paz, te lo merecés, por buen tipo y goleador, siempre en el recuerdo de Nacional y por hacer a un niño de 12 años enormemente feliz.

Daniel Fascioli

Foto: flaviovelazcocarera.blogspot.com