Por nacional.com.uy
20 Ago 2013
verdad

La publicación del libro “1891- La fundación “ del Escribano Daniel Quintana originó una respuesta del Dr. Hernán Navascués que fue publicada en “Búsqueda”.

El autor peñarolense  envió a su vez una carta al mismo semanario, pretendiendo refutar los dichos de nuestro estimado consocio, a quien le sobran argumentos y versación, tanto en materia jurídica como de historia futbolística, para batirse en soledad en la polémica de marras.

Sin embargo, el Escribano Quintana incursiona al final de su argumentación en otro tema que no era el origen del intercambio, aunque sí había sido citado por el Dr. Navascués.

Dice textualmente: 

“En cuanto a la objeción de los actuales 49 Campeonatos de Penarol, solo diré que no pueden, mal que les pese, ignorar el “Laudo Serrato” en el cual se estableció inequívocamente que la Federación y la Asociación se unían en la nueva Asociación en absoluto pié de igualdad; por lo que es inaceptable decir como el Dr. Navascués que el de 1924 no se le debe computar a Penarol. En esto hay o habrá posición oficial de Penarol, por lo que no corresponde que yo abunde en el tema.”

Nosotros  vamos a abundar.

El Esc. Quintana hace permanente caudal, tanto en su libro como en la respuesta antedicha, de haber manejado conceptos jurídicos que destruirían, según su interpretación, las argumentaciones del mismo tenor que han marcado la posición oficial del Club Nacional de Football en el tema del decanato.

Sin embargo, su aseveración de que “inequívocamente….etc.”, se parece más a una interpretación subjetiva del laudo arbitral, que no expresa en ninguna de sus líneas el “pié de igualdad” al que él se refiere.

El referido laudo consta de una exposición previa del Presidente de la República Ing. Serrato y de 18 artículos.

Allí se establece la fusión bajo el nombre de Asociación Uruguaya de Football de las siguientes instituciones: Asociación Uruguaya de Football y Federación Uruguaya de Football.

Dentro de dichas consideraciones previas dice el Ing. Serrato : “ Además de los motivos de conveniencia ,desde el punto de vista de las relaciones internacionales, otros de justicia y el propósito de que se afirme toda una tradición, aconsejaban la conservación del nombre de la Asociación Uruguaya de Football y así lo establezco.”

El Artículo 4º dice que el Consejo Provisorio que se ha creado deberá regirse para su funcionamiento por las cláusulas del Laudo y todo lo que a ellas no se oponga, “por los Estatutos y Reglamentos generales de la Asociación Uruguaya de Football”.

Si bien el manido “pié de igualdad” podría considerarse discutible para alguien que no tuviese la misma interpretación del Esc. Quintana, lo que escapa a su argumentación es que esa no es la verdadera razón de la nulidad histórica del Campeonato en cuestión.

Ésta se basa en que el mismo fue obtenido en una institución no oficial, no reconocida por la CSF ni por la FIFA y por lo tanto fuera de los parámetros reglamentarios y jurídicos (nada menos) que avalarían su calidad.

El Laudo Serrato no confirmó  los títulos obtenidos por los clubes de la Federación, ni a texto expreso ni inequívocamente.

El citado Laudo en realidad no nos pesa, realmente nos ha sido de gran utilidad para tirar por tierra las pretensiones del Club Penarol de sumar los Campeonatos de 1924 y el del Consejo Provisorio de 1926 a su palmarés como títulos Uruguayos.

Sobre este último, no citado por los polemistas, resumiremos los conceptos que nos merecen  su disputa y adjudicación.

El Art. 8º del laudo dice: “El año deportivo de 1926 se destinará a la selección necesaria para clasificar a los clubs que integrarán la Primera División y la División Intermedia en la nueva institución.”

El Artículo 10º hace referencia a la disputa en el año 1926 de un Campeonato Especial, bajo la égida del Consejo Provisorio.

El Artículo 6ª hace mención al Campeonato Uruguayo que se realizará inmediatamente después de constituirse la nueva Asociación, o sea una vez que haya cesado el Consejo Provisorio.

Se refiere al Torneo de 1927, al cual distingue claramente del disputado en 1926.

Una lectura detallada del texto puede arrojar más luz sobre el asunto, aunque es el propio Club Atlético Peñarol  el que se encarga de hacerlo en su Memoria Anual de 1935.

Bajo el título: “La importancia de la obtención del Campeonato de 1935”, dice lo siguiente: 

En efecto, el Art. 96 del Estatuto de la Liga Profesional  establece: “La Liga organizará un campeonato que acreditará al vencedor el título de Campeón Uruguayo. En este Campeonato se disputará la posesión de la Copa Uruguaya, que recibirá en propiedad el Club que la obtuviese tres años consecutivos o CINCO ALTERNADOS. PARA  ESTE OBJETO SE RESPETARÁN LOS DERECHOS ADQUIRIDOS POR LOS CLUBS EN LOS CAMPEONATOS YA REALIZADOS DENTRO DE LA ASOCIACIÓN URUGUAYA DE FOOTBALL.” De acuerdo con este artículo, Penarol, ganador de los campeonatos de 1928, 1929, 1932 y 1935 está en condiciones inmediatas de obtener la Copa Uruguaya en propiedad.”

El Reglamento es claro : si no está en disputa la Copa Uruguaya no hay Campeonato Uruguayo y el Club Penarol  lo reconoce explícitamente, ya que el Campeonato de 1926 transcurrió bajo la égida del Consejo Provisorio y la Copa Uruguaya no estuvo en juego.

Recientemente, se ha manifestado por parte de historiadores peñarolenses que la AUF “reconoció” en 1938 los títulos de 1924 y 1926.

El club Penarol elevó una nota a la AUF en ese año solicitando le fueran detallados los campeones de Primera División desde 1900 a la fecha.

La respuesta fue firmada por el Sr. Celestino Mibelli, Gerente de la Asociación y obviamente sin facultades para expresar “reconocimiento oficial” alguno.

Se limita a detallar los Campeones de Primera División históricos, indicando el ámbito de obtención de sus títulos: AUF, FUF y Consejo Provisorio sin expresar opinión.

Mal podría la Asociación Uruguaya de Football avalar títulos conquistados fuera de las normas reglamentarias, en 1938 o en 2013.

Imaginemos por un momento  a una institución que hoy, al margen de las normas de FIFA, obtuviese títulos que al reintegrarse al sistema de disputa tradicional, pretendiese que fuesen incluidos en su palmarés oficial.

Ya que desde tiendas opuestas a las nuestras, se hace caudal de poseer argumentos de carácter jurídico suficientes para embarcarse en una polémica en tal sentido, hemos decidido hacer este aporte sobre el derecho a proclamarse  Campeón Uruguayo.

Cr. Juan José Melos

C.I. 1.265.938-2

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Título original: “La verdad ante todo”

Negritas: decano.com





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